1 día en las carreras

Hace algún tiempo mostré mi escepticismo sobre la celebración de un Gran Premio en Valencia (dónde casualmente resido) y, aunque la decisión iba en contra de todos los predicados de la FIA y la organización de la F1 en los últimos años, había una posibilidad:

“Sólo hay una cosa que puede salvar esta cita: la pasta. El gobierno de la Generalitat, como ha hecho con la Copa del América, pondrá toda la carne en el asador y los duros que haga falta encima de la mesa…”

La organización correrá a cargo de una empresa llamada Valmor Sport, cuays cabezas visibles son el conocido Jorge Martínez Aspar y Fernando Roig (presidente del Villarreal CF y empresario en general) entre otros. En total, pagarán 26 millones de € por cada Gran Premio.

A esto habrá que sumar el precio económico y político que ha tenido que pagar el gobierno local y autonómico del cual dudo que tengamos conocimiento algún día (aunque Tony Blair tuvo una mala experiencia con Bernie que le obligó que devolver los 1,5 millones de libras esterlinas que puso el magnate en su campaña electoral para que dejase poner publicidad de tabaco en Silverstone).

De todos modos creo que me gustará ver el Gran Premio: no me cabe duda que iré a rodearme de fans de Alonso y a ver si alcanzo al calvo con una piedra.

Aun así, le veo algunos problemas:

• Un año de obras en una zona que lleva ya tiempo en obras por la Copa del América. A mi me pilla lejos, pero apuesto que será un caos de nuevo. Esto por supuesto a los que no viven en Valencia les importa poco, obviamente.
• 2014 queda muy lejos. Por entonces Alonso ya no será campeón del Mundo y es posible que haya dejado ya la F1 ¿Seguirá la afición apoyando este deporte? ¿Seguirá siendo rentable?
• ¿Qué pasará con Cheste? El proyecto de remodelación para albergar la F1 supongo que se ha descartado definitivamente, y eso que parecía interesante y habría sido una elección mucho más racional (como apuntó Alonso en su momento).

En fin, supongo que hoy me puedo alegrar y pensar en los aspectos positivos.

Nos vemos en Canadá, si no ocurre nada más que últimamente siempre tengo algún tema sobre el que escribir.

Via > autosport.com, racingpasión.com

Ayer escribí un post sobre la decisión de alguien de investigar a McLaren, el absurdo de tal decisión y la absolución del equipo en pro de la cordura.

En uno de los comentarios de j.arce (ya te he enlazado el blog ;-)) lanzaba una pregunta inocente:

“¿Quién inició la investigación, la F.I.A. o el Sun?”

Eso me ha hecho reflexionar y ver las cosas desde otro punto de vista. Partimos de estas premisas:

1. Bernie chochea, pero no es gilipollas
2. A Bernie no le gusta la prensa y menos la inglesa
3. La prensa inglesa sólo tiene ojos para Hamilton (como aquí para Alonso)
4. A la prensa inglesa no le haría ni puñetera gracia que sancionaran o incluso expulsaran a McLaren.

Conclusión:

Tras la presión de la prensa inglesa que obliga a abrir una investigación (es posible que fuera por eso), Bernie, conociendo el resultado de la FIA (su idilio con Max Mosley es de sobra conocido, aunque lo quieran disimular), amenazó con que a McLaren le caería un paquete impresionante para que la próxima vez, la prensa inglesa se esté calladita y no se meta dónde no le llaman.

Y bueno, es otra visión de los hechos, que creo que es tan válida como otras y mas coherente con la realidad.

Nos vemos en Canadá.

Aun no he entendido muy bien qué se pretendía con la investigación que se abrió a McLaren por los supuestos hechos del pasado gran premio de Mónaco.

Por lo visto decidieron investigar si hubo algún tipo de órdenes de equipo que obligasen a Hamilton a reducir su ritmo para dejar ganar a Alonso. En mi opinión, la norma que aparece en el artículo 39.1 del reglamento de esta temporada sobre las órdenes de equipo me parece bastante ambigua. El artículo dice algo así (el original está en inglés y es el correcto):

“Las órdenes de equipo que interfieran en el resultado de la carrera están prohibidas”

Esta norma salió a partir del Austria-gate, cuando Rubens Barrichello recibió órdenes para dejar pasar de forma descarada en el último momento a Michael Schumacher. Aquello fue un insulto a la inteligencia de los aficionados y un fraude para el campeonato. Pero vamos, de eso a lo que se suponía que podía haber pasado en Mónaco va un trecho.

Las estrategias en F1 con complejas y muchas variables pueden escapar al espectador. A veces los tiempos mejoran, otras veces bajan y no siempre es cosa del piloto. A veces hay que conservar ruedas o motor, o hay una subida de temperatura o cualquier motivo. Que estas excusas pueden ser usadas para amañar un resultado, estoy de acuerdo, pero si McLaren hacía seguro un 1-2 y no perjudicó realmente el espectáculo ni la carrera con su posible decisión… ¿qué más dará?

Eso si, a Bernie le ha faltado tiempo para desvariar y decir que iba a expulsar a McLaren si se confirmaba la sanción. Lo que hay que oir. En tal caso el vapuleo de la prensa británica habría sido tal que me cuesta imaginar una decisión así.

También he oído que atribuyen la investigación a dicha prensa, pero eso no tiene mucho sentido porque perjudican a McLaren y a la vez a Hamilton. Y eso no les gustaría demasiado.

El caso es que finalmente, Bernie se come sus palabras, la FIA dice que no hay motivo de sanción y las aguas vuelven a su cauce pero ahora queda ahí la amenaza y que no se le ocurra a nadie da órdenes de equipo. Queda dicho, la ira de Bernard caerá sobre ellos.

Via > Racingpasión